Durante esta última semana he apartado a un lado la vida real para acercarme a la lejana realidad costaricense.
Ha sido una gran experiencia compartir estos días con la gente techera construyendo hogares para gente pobre de plata pero rica de corazón.
Más adelante detallo la experiencia, experiencia que todo el mundo debería realizar alguna vez (mínimo) en su vida.
Un beso muy grande para Doña Mai y Don Jairo, y un fuerte abrazo para la Señora Elisa y el crack de Cristóbal. Eso sí que son luchadores.
(Fecha: 23/12/10)